Cuando haces MARKETING, adaptarse es como respirar
¡Señores, tenemos que adaptar nuestras empresas! ¡Hay que hacer Marketing!
Las temáticas en, conferencias, cursos y cualquier encuentro del ámbito del marketing, recogen esta afirmación y nos muestran el camino a seguir si queremos continuar siendo una opción para un consumidor que cada vez es más prosumer y esto lo hace todavía más importante (si cabe) dentro de nuestra estrategia.
Internet, redes sociales, smartpones,…, todo cuenta para ganar «puntos de adaptación».
Como consecuencia de tanto movimiento, las P’s del marketing mix son cada vez más numerosas (alguien debe haberse dejado el grifo abierto) y además se convierten en C’s (claro, se adaptan).
De todas formas esto ya no es tan importante porque, independientemente de como se llamen o cuantas haya, parece que no vamos a terminar de aplicarlas y menos todavía de coordinarlas para dar un sentido coherente y manejable a nuestro proyecto de negocio.
ESTE ES EL VERDADERO PRIMER PROBLEMA DE LAS EMPRESAS (muchas).
Van día a día y con decisiones a corto plazo. El «razonamiento» es que así, si algo no sale bien se cambia rápido. Esa es la «ESTRATEGIA», ser ágiles. Por eso nuestros gerentes y directivos deben ser maestros en improvisación.
Así NO nos adaptaremos en la vida.
Lo más común es encontrarse con empresas que deducen que deben adaptarse porque las cosas les van mal (pierden dinero) y cuando preguntas un poco, te das cuenta de que ya iban sin rumbo definido desde hace tiempo, pero antes las cosas les iban menos mal porque era época de vacas gordas.
¿Te das cuenta que la adaptación de estas empresas consiste, «simplemente», en hacer lo que no hicieron en su día?. Hacer marketing, «adaptar su oferta a la necesidad del cliente buscando la rentabilidad».
Hacer MARKETING conlleva adaptarse y en muchos casos innovar.
Las empresas que tienen el marketing BIEN incorporado en un plan estratégico, deberían estar ya adaptadas a cualquier situación que se les presente o por lo menos, tardarían menos en hacerlo.
Decirle a una empresa sin visión de marketing que tiene que adaptarse, es como decirle a un «polluelo» que tiene que cazar para comer. La empresa consumirá recursos a ciegas, sufrirá y no obtendrá resultados, el «polluelo» saldrá a por una presa y la presa será él.
Empieza ya a integrar el MARKETING con visión a largo plazo.